Administradora de Empresas de la USIL y trabajó durante 10 años en banca, donde se encargaba de temas comerciales y de gestión. En el 2010 que decidió renunciar porque se le presentó la oportunidad de radicar fuera del país.
“ Durante el tiempo que estuve viviendo fuera tuve la posibilidad de venir más o menos seguido al Perú y, como siempre he sido una apasionada de la moda, decidí probar suerte y comenzar a importar ropa y accesorios para mujer, de marcas comerciales y que estaban de moda para venderlas acá. Mi idea de negocio venía funcionando bien, pero yo no me sentía feliz viviendo en el extranjero, así que a fines del 2011 decido regresar al Perú y crear Misión Moda ”
Mónica nos cuenta que le estuvo yendo bastante bien, viajaba aproximadamente 5 veces al año para traer mercadería, esto le permitió formar una red de contactos que mantiene hasta la fecha y sobre todo aprender muchísimo del segmento al que se dirige.
En Octubre del 2013 se le presentó una súper oportunidad, “es así que en el 2013 decido regresar de lleno al mundo corporativo y por el momento dejar de lado la idea del emprendimiento.”
“ Si bien me gusta lo que hago y me va muy bien en mi trabajo, igual sentía que estaba dejando de lado mi sueño, de emprender en este mundo de la moda y ya no quería esperar más, además yo tengo la vena comercial muy marcada y también sentía que no la estaba explotando tanto como me hubiera gustado ” así que tomó la decisión de hacer ambas cosas en paralelo e ir tras su sueño, y en Octubre del 2018 nace Swish”

“ El estilo de ropa que hacemos es bastante versátil, dependiendo como la combines la puedes utilizar para diversas ocasiones, es cómoda, te hace sentir bien y a la vez estás arreglada.”
En Swish puedes encontrar diversas prendas, tanto ropa como accesorios, “ Yo misma me encargo de ver la producción, elegir los diseños, todo lo que utilizo es producido en Perú, desde la tela hasta el botón. Trabajo de la mano con Dorita, mi costurera que es una capa y entiende perfectamente que es lo que quiero, como lo quiero y también me asesora cuando cree que algo se podría mejorar.”
Mónica nos cuenta que al principio fue difícil, porque tenía la idea clara de lo que quería hacer pero no sabía por dónde comenzar, ya que es diferente importar prendas ya hechas que estar involucrada en todo el proceso. “Felizmente Ale, una amiga que ya tiene un tiempo siendo emprendedora y tiene mucho conocimiento del mundo textil, me ayudó en todo este proceso de adaptación, y de verdad le agradezco un montón todo el apoyo que me dio.”
Si bien había mucho que aprender y podría llegar a ser abrumador, cuando aprendes algo que realmente te interesa y te gusta ¡lo haces con ganas! “Es increíble toda la clase de telas que hay, he tenido que aprender sobre la textura, la composición, que tipo de tela es ideal para cierto tipo de ropa, cual arma mejor, incluso en qué momento se debe trabajar las colecciones según la temporada, entre muchas otras cosas”
Algo que a Mónica le sirvió mucho, es que gracias al emprendimiento anterior, ella ya contaba con una cartera de clientes, conocía sus gustos, estilos y esto le permitió tener una idea más clara de la línea que debía seguir su marca, sin dejar de lado que igual tenía que investigar cómo estaba el mercado actualmente, que era lo que estaba de moda en ese momento y probar “ La primera colección que saque, fueron 50 polos básicos de algodón Pima con frases motivadoras y divertidas, estos se vendieron tan rápido que tuve que sacar un segundo lote y así sucesivamente”.
Lo próximo era sacar el complemento de los polos, para ir formando poco a poco outfits completos “así que en nuestra siguiente colección sacamos faldas y así poco a poco comencé a incrementar la variedad de productos. Ahora puedes encontrar, según la temporada, faldas, kimonos, poleras. T-shirts, pantalones y más”
Mónica nos cuenta que al principio, como era una marca nueva, opto por abrir un showroom en su casa, donde las clientes que no la conocían podían ir y probarse la ropa antes de comprarla. “Esto duro un tiempo y después incursioné en las tiendas multimarca, donde la verdad no me quedé mucho tiempo porque las comisiones no permitían mantener los precios que yo quería manejar, así que en verano de este año decidí salir y ahora toda la venta es vía online y mis clientas están tranquilas porque saben que, de ser necesario, se puede hacer un cambio de talla sin problema”.
“Para mí, siempre ha sido importante aprender y me interesa conocer todo el proceso que hay detrás de la creación de una prenda, por eso estudié un curso básico de corte y confección, desarrollo de colección y en Agosto comienzo un nuevo curso de emprendimiento textil, que estoy segura me va a ayudar a complementar mis conocimientos”.
Mónica sabe que en este giro de negocio también es muy importante estar al día en las tendencias, ver desfiles de modas e investigar a la competencia “En base a toda la investigación previa es que defino que vamos a sacar en nuestra próxima colección, y uno de mis objetivos es aumentar el lote de prendas que actualmente manejo, en el corto plazo porque vengo haciendo pocas cantidades y me quedo sin stock rápidamente ”
Sabemos que, ahora más que nunca, es vital para las marcas generar engagement a través de las redes sociales, “por eso ahora estoy tratando de organizarme mejor para estar aún más presente con contenido para mi público y también he tenido que invertir un poco en promoción, pero sobre todo he crecido con el boca a boca y me viene funcionando bien, porque nuestra conversión a ventas es la esperada”
Algo que tenía pendiente desde hace un tiempo era crear su página web y, gracias a la ayuda de su esposo, pronto la podrá lanzar. “Desde este año mi esposo se ha unido en esta travesía y gracias a él mi página web esta casi lista, también me está ayudando a llevar la contabilidad de la empresa”
Emprender le ha traído muchas alegrías: “Desde usar mis habilidades como la comercial, porque ahora siento que nuevamente lo estoy poniendo en práctica, también me ha permitido desarrollar más mi lado creativo, y también me ha traído realización personal, porque la satisfacción que siento de tener mi negocio propio, hacer algo que realmente me gusta, donde no importa si trasnocho porque lo disfruto, y al final del proceso cuando veo la prenda terminada, esta como yo la imaginaba, y sobretodo que gusta a mis clientes ¡es lo máximo! Definitivamente emprender es todo un reto y cuando además eres dependiente, tu tiempo se vuelve aún más valioso y hay que saber organizarse para hacer ambas cosas bien”.
Uno de los aspectos más complicados fue encontrar a los proveedores correctos. “ Felizmente no tuve que probar mucho, pero al principio me pasó que mande a hacer una prenda y no quedo de la forma o con el acabado que quería, en otra oportunidad compré un rollo de tela y después de unos días me di cuenta que vino manchado al medio y ya no lo puede cambiar… estas son cosas que suceden en el camino y que son parte del aprendizaje, ahora ya tengo mis proveedores con los que trabajo siempre”.
¿Qué recomendación, le puedes dar a las futuras emprendedoras o incluso a las que ya están en esta aventura?
Es muy importe que hagan su plan de negocio para que puedan tener una hoja de ruta que las guíe. También hay que estudiar el mercado para conocer el nivel de aceptación que va a tener tu idea y, una vez que ya hiciste eso, arriésgate, no lo pienses mucho porque después comienzan a aflorar todos nuestros temores y eso puede llegar a frenarnos. Y, finalmente pero no por eso es menos importante, no tengan miedo o vergüenza de pedir ayuda, siempre va a haber alguien que sabe más que tú y de quien puedes aprender.”