A María Teresa De Asin la conocimos en la primera #ConversaCapas. Ella llegó piolita y escuchaba muy atenta las historias de las otras capas en este camino del emprendimiento… hasta que nos empezó a contar la suya y nos iluminó por completo con esa energía que solo tienen quienes están enamoradas de su proyecto hasta los huesos.
“Desde siempre me ha gustado crear. En la época de colegio yo era la que hacía todo, hacía las pancartas, las banderas… porque además de disfrutarlo lo hacía al toque. De ahí vino la época universitaria y nosotras somos seis hermanas, entonces yo decía “pedirle a mi papi para ir al cine, para salir con mis amigas, para comprarme algo ¡no hay forma!» … tenía que ser productiva…así que empecé a hacer colletes y los vendía entre mis amigas… un éxito”.
Pero los planes en ese momento eran otros, aunque se mantuvo siempre activa creando con sus manos, “siempre me ha gustado hacer cosas que te puedan servir, que te sean útiles”.
Pasaron los años, se casó y llegaron los niños. Como muchas mujeres, Mariate decidió dejar a un lado la vida laboral para dedicarse a la crianza de sus hijos. “Llegaron mis niños… ¡y mientras iban creciendo llegaron también los muchos cumpleaños de todos los amiguitos! Multiplica cada cumpleaños por los regalos ¡sumado a la decoración y las sorpresas de los cumpleaños de los míos! Ahí me dije “tengo que hacer algo” y me lancé a crear yo misma todo. Primero empecé con los cojines. Yo misma buscaba la tela y cosía cojines con el nombre del cumpleañero… entonces las mamás me decían “pucha que lindo” y de repente me pedían uno, de ahí otro… y sin darme cuenta tenía ya un pequeño negocio”.

“Comencé oficialmente, por así decirlo, en una feria en el Parque Reducto de Miraflores-. Era de las Naciones Unidas y me pasaron la voz… así que dije ¿por qué no? Y me mandé a hacer mis etiquetas. Con unas amigas compartíamos stand y hacíamos como un pack; me encargaba de hacer las cajas forradas con tela, una hacía las galletas y otra amiga los chocolates…. En esas épocas no había estas cosas tecnológicas de ahora, se tomaban fotos y se imprimían…. Sacamos varias fotos y se hizo un catálogo lindo”. Ese fue el inicio de Mariate Manualidades, que continuó en varias ferias más y también en un formato de venta directa a través de su círculo más cercano: “Me encargaba de los niños en la mañana, los mandaba al colegio y de ahí me dedicaba a producir diferentes cosas que llevaba a las oficinas de mis amigas, a las cuales agradezco su apoyo incondicional, vendían todo”.
Si algo caracteriza a Mariate, además de su sonrisa y la generosidad con la que comparte todo lo que sabe, es ese bichito por conocer más y ver como puede innovar en sus creaciones. “Me preguntan ¿puedes hacer equis cosa? Y yo investigo cómo hacerlo y lo hago…. y no hago uno, sino diez, veinte y los vendo. Pero ojo, si veo que no me va a quedar bien, o no me sale la muestra, lo digo…. Jamás le miento a una clienta ni tampoco le entrego algo que no esté perfectamente bien hecho”. Este es uno de los grandes motivos por los que tiene clientas cautivas a través del tiempo, ha sabido desarrollar una relación de confianza con cada una.
“Soy autodidacta y sobre la práctica voy mezclando técnicas cómo se me ocurre, siempre tengo un resultado distinto y me encanta. He hecho cortinas, forros de lavadora, estuches para todo lo que se te ocurra, centros de mesa, móviles para colgar, a mi sobrina le hice un bouquet de flores de crochet y tules cuando se casó ¡Hay tantas ideas en la cabeza! Ya tengo un proyecto en potencia que quiero que se concrete pronto, porque me apasiona lo que hago”

Cuando una decide emprender es crucial el apoyo que reciba de sus más cercanos. La familia es el mayor soporte para esta persona que, con empeño, disciplina y perseverancia, apuesta por sacar adelante un proyecto personal que le permita generar ingresos. Mariate da fe de esto, no solo con su esposo y sus hijos, sino con todo su núcleo.
“Mi esposo y mis hijos son mis mejores críticos y consejeros al sacar nuevos proyectos; mi mamá, mis hermanas, mis sobrinas, mi suegra, no son sólo mis primeras clientas sino que dónde pueden me promocionan” nos cuenta entusiasmada. “Por ejemplo, una de mis queridas sobrinas que vive en Los Ángeles trabaja para una ONG y tiene mucho contacto con mujeres latinas que hacen ferias. Como yo siempre les mando las cosas que hago para que las usen ellas o las puedan regalar, ella se animó y en una de las ferias armó una mesa con todas mis manualidades, y todas se dieron el tiempo para ayudar con la decoración y atención…. Mi hermana justo viajó a visitarla, así que llevó mas cosas en la maleta… y al final hubo una mesa representando a Perú”.

Esta capa logra transmitir a donde va el cariño que le pone a sus ideas. Es tanto así que entre familia y amigas siempre la llaman para darle materiales que podrían servirle para trabajar en algo nuevo: “Tengo infinidad de tipos de tela. Muchas veces me los regalan porque saben que yo lo voy a usar. Todo lo recibo feliz porque lo reúso dándole un nuevo valor a las cosas. Es muy lindo además porque son personas que te demuestran su cariño, que piensan en ti y te llaman para darte algo que saben que tú valoras, así que no les voy a decir que no jamás. Por el contrario, voy y lo recibo como si recibiera una joya, porque han pensado en mí y estoy muy agradecida por eso”. Ella es un claro ejemplo de como se activa la energía del Universo, dando y recibiendo armoniosamente.
“Todo pasa por algo. Esta semana por ejemplo, estaba siguiendo en instagram a una artista mexicana que había hecho unos sombreros preciosos bordados, y le comenté ¡que lindos! ¿dónde vives para comprarte uno?… en México me responde, ah un poco difícil porque yo estoy en Perú… y me dice ¡yo el miércoles viajo a Perú!… ¿cómo tanta coincidencia? así que llegó y el primer día iba a estar sola porque su amiga llegaba al día siguiente para irse a Huaraz, así que la pasé a buscar, dejamos sus cosas en casa de mi Mami, almorzamos en mi casa, fuimos a Larcomar, conoció a toda mi familia. Es muy bonito esto que pasa cuando las emprendedoras se unen y se potencian, todas crecemos”. Absolutamente cierto.

Como muchas emprendedoras, Mariate trabaja desde la casa y ha tenido que lidiar con la organización del trabajo y la vida familiar para encontrar un equilibrio. “No tengo un horario establecido y debería, tengo que trabajar en eso. Pero si se que soy mucho más productiva en las mañanas, así que tengo que definir ciertos bloques de tiempo que sean exclusivamente para producir o para visitar Gamarra para las compras por ejemplo”. Cuando emprendes es fundamental gestionar tus horarios, sobre todo si lo haces desde casa; si no, te corres el riesgo de estar disponible 24/7 y, con el tiempo, desbordarte. Para eso, hay que determinar prioridades y darle un tiempo específico a las tareas, tanto del negocio como de nuestra vida personal, porque nuestro bienestar es esencial para mantener a flote nuestro emprendimiento.
Otro punto que tiene pendiente y en el que ya está trabajando como hormiguita es en ampliar su canal de venta a través de las tiendas multimarcas. “Una a veces se desanima porque en el mercado ve muchas cosas chinas, muy baratas y piensas que no te van a dar bola porque lo tuyo cuesta más. Pero felizmente hay ahora una movida cultural que sí valora lo hecho a mano, con dedicación, con cariño y que además es una pieza única, porque aunque hagas dos con el mismo molde y la misma tela, no te quedan igual. Así que ahora estoy viendo a que tiendas tocar la puerta y, sobretodo, con que propuesta voy a llegar para diferenciarme”.
Y es que para esta capa no hay imposibles “¡Imagínate! Hasta hace no mucho no tenía cuenta en instagram porque no sabía cómo funcionaba esa red social… pero me motivaron a crearlo y de a poquitos he ido creciendo. Una de las cosas que me ha servido mucho en la vida ha sido seguir los consejos. Yo escucho y aprendo de las experiencias de los otros, todos tenemos algo que aportar. Yo voy y sigo y sigo y sigo…. No me imaginé estar acá cuando empecé, y acá estoy, feliz”.

“¿Qué le diría a una mujer que quiere emprender? Que si estás trabajando tienes que hacer un estudio primero… porque al emprender no puedes saber con seguridad de cuánto vas a disponer al inicio, el derecho de piso cuesta y no siempre los primeros meses hay ganancia. ¡Pero no te desanimes! Hazlo organizadamente. No tengas miedo. No hay otra vida, es esta nomás. Y acá venimos para ser felices, no para aguantar cosas que nos hagan daño. Busca que te hace feliz, que te gusta hacer y lánzate, pero siempre con un plan. Visualízalo y créetelo, porque si una puede, todas podemos”.
