Todo empezó con un sueño, con ganas de hacer algo, para mover lo que me apasiona.
«Yo comencé este proyecto por una tarea que me dejaron en el Instituto de Moda, Arte y Diseño (MAD), donde actualmente estudio moda. Inicialmente este proyecto estaba orientado a ser una marca plus size, pero luego conversando con una amiga que finalmente termino volviéndose mi socia, nos dimos cuenta que hay muchas mujeres que no encuentran una talla que les quede bien, que hay mucha presión social alrededor y esto hace que nos cueste más asumir cuando cambiamos de tallas; y muchas veces ni siquiera es porque estés subidita de peso, sino porque muy probablemente eres una mujer con curvas, o porque la marca que elegiste maneja tallas chicas.
A raíz de esta conversación, analizaron más a detalle que la mayoría de mujeres pasan por esta situación, y que esto puede generar frustración, molestia e incluso insatisfacción al momento de comprar. Fue entonces que decidieron darle otro enfoque a la marca y así es como nace Muse – Mujeres sin etiquetas.

«Mi socia y yo, decidimos que queríamos ser una marca integradora, que te permita utilizar el mismo outfit en la oficina, como si saliendo del trabajo te provoca ir a comer o el fin de semana ir a tomar algo por la noche y sobre todo poder atender a todas las mujeres, con todos los cuerpos, así que decidimos cambiar el formato (no usamos el tamaño de tallas estándar), rede-nominamos las tallas y les asignamos colores, nosotras queremos que las mujeres que vayan a probarse nuestra ropa ¡Lo hagan felices, que no se sientan frustradas o preocupadas por la talla en la que entran! Buscamos que la experiencia de compra sea placentera en todo sentido, de principio a fin».
Jessyca nos cuenta que su pasión por la ropa, en especial por las telas, es de toda la vida. Desde que era muy chica, cuando vivía en Cusco con su familia, creció viendo a su abuela que era profesora de costura y a su mamá que también le gustaba coser. Incluso ella desde chiquitita cogía la máquina de coser. Cuando terminó el colegio decidió venir a Lima para estudiar Administración de Empresas, pero nunca se alejo al 100% de lo que le gustaba. A pesar de que casi toda su vida profesional la desarrolló en la Banca, ella compraba telas y se mandaba a hacer casi toda su ropa, muy a su gusto, con una costurera.
«Cuando yo trabaja en el Banco, me inscribí en varios cursos de moda, pero lamentablemente todos los tuve que dejar porque el horario del trabajo no me ayudaba. Muchas veces se extendía la hora de salida, otros días salía tan agotada que prefería irme a mi casa, y así hubo diversos factores que impedían que yo pudiera asistir a mis clases; hasta que felizmente encontré un curso que se dictaba solo los domingos durante 6 meses y decidí matricularme».
En este curso aprendió dibujo y costura. Poco a poco dejo de ir a la costurera y comenzó a hacerse su propia ropa. A muchas de sus amigas les encantaba las cosas que hacía y como jugando comenzó a vender una que otra prenda, pero hasta ese momento solo lo veía como un hobby.
«Pasó el tiempo y de repente un día, mientras estaba trabajando en el banco, sentí que mi vida estaba atorada. Yo soy soltera, no tengo hijos, y aún así no tenía tiempo para nada porque mi horario de trabajo era súper demandante. Mi vida era solo el trabajo y sentía una profunda necesidad de hacer un cambio. Entonces me puse a pensar que cosas me gustaban y me distraían y nuevamente la costura vino a mi vida. Sin embargo tenía claro que si seguía trabajando en el banco, por un tema de tiempo, no iba a poder estudiar la carrera de Diseño de Modas y es ahí donde decidí con mucho miedo renunciar para ir en busca de mi sueño».

Jessyca nos cuenta que ha podido acondicionar un espacio en su casa donde solo trabaja ella. Ahí tiene sus máquinas, sus telas y maniquíes. Es ahí donde diseña los outfits y hace los prototipos. Las fabricación por el momento las terciariza a un grupo de costureras con las que trabaja, y es en base a estos prototipos que se hacen todas las prendas que venden.
«Mi socia y yo aportamos mucho al diseño de las prendas. Gracias a ella ahora utilizamos diferentes tipos de telas que quizás yo no me atrevía a utilizar antes; además, como tenemos diferentes gustos y cuerpos, hemos logrado integrar ambos en nuestros diseños, logrando formas que nos asientan a todas».

Actualmente el negocio se autofinancia, es decir que todos los ingresos que se generan por las ventas de las prendas se vuelven a reinvertir ya que por el momento no están considerando recuperar capital y así evitan generan mayores gastos. También nos comenta que a pesar de que ama lo que hace, eso no quita que la costumbre de ser dependiente y de saber que va a tener un ingreso fijo todos los meses que le permita cubrir sus gastos personales, hacen que la presión algunas veces le caiga encima y que pueda tener un bajón en su estado de ánimo e incluso pueda llegar a angustiarla. Es por ello que para poder cubrir sus gastos mensuales, en paralelo está realizando consultorías y espera en algún momento poder vivir íntegramente de lo que le gusta.
Cuando le preguntamos qué cosas fueron las más complicadas al emprender nos cuenta que lo que más trabajo le costó fue encontrar proveedores que trabajaran en la cantidad y calidad que ella estaba buscando, pero sobre todo que fueran cumplidos con los plazos de entrega ya que esto es algo de lo que el sector adolece. «Cuando me di cuenta de esto decidí visitar a mis proveedores, tomarnos un café, conversar con ellos, y felizmente he sabido escoger, porque mis proveedores actuales son bien cumplidos».
«Lo mejor de emprender, es esa sensación grata de que puedes hacer lo que te propongas, esa alegría de ver materializada la prenda con la que comenzaste desde cero, que puedes auto- aprender y que no pasa nada si te equivocas, porque todo te sirve de aprendizaje».

«Un consejo que le puedo dar a todas aquellas que deseen emprender, es que sean perseverantes, es la única forma en que vas a poder cumplir tus metas y sueños, no permitas que te desanimen en el camino, recuerda que eres tú, para ti y contigo, pero sobre todo no te olvides de prepararte antes, durante y después de lanzar tu proyecto».
¿Que se viene para Muse?
«Somos una marca nueva en el mercado. La lanzamos en Diciembre y ya tenemos tres colecciones, Nuestra venta es a través de nuestra página de Facebook e Instagram, además vendemos en ferias y hacemos Showrooms. Por lo que nuestro siguiente paso, a mediano plazo es entrar en tiendas multimarca».