“Soy odontóloga de profesión, pero siempre tuve la idea de emprender con un negocio” parte contándonos Marythe Pasapera, creadora de Hope Store, marca que comercializa en Lima y Provincias diversos peluches, juguetes y accesorios. “En el 2012 empezó como un hobby, pero en el 2016 regresé a Lima después de vivir un año en Tumbes por trabajo y dije ¡es ahora! Y cómo tenía un capital, lo invertí y empecé a darle forma y fuerza a mi proyecto”.
Al principio la idea que tenía en mente no estaba tan clara, aunque esta cirujana dentista tiene desde muy pequeña la vena comercial. “Si bien estudié odontología y lo he ejercido por varios años, incluso hasta ahora tengo comunicación con mis pacientes y participo en algunas campañas, siempre me ha atraído el tema de las ventas y los negocios… porque eso es lo que siempre vi con mi papá por ejemplo, que si bien tenía su profesión, siempre estaba metido en algo de ventas. Entonces yo he trabajado vendiendo departamentos, como visitadora médica… incluso la odontología es también negociar un poco con el paciente para mostrarle y convencerlo acerca de los beneficios de su tratamiento”.

Marythe partió probando. Inicialmente viajó a los Estados Unidos para traer novedades y venderlas acá para luego enfocarse más en los peluches y juguetes ya con un flujo constante de compras a diversos proveedores. “Actualmente trabajamos con abastecimiento desde oriente, no solo China, sino que hemos empezado negocios en Japón para poder traer a Perú diferentes líneas” nos cuenta entusiasmada ya que, con cuatro años en el mercado, Hope Store es una sociedad no solo rentable, sino que en constante crecimiento .
Esta emprendedora que inspira ha ido aprendiendo muchas cosas en el camino pero también ha invertido tiempo y recursos en cursos que le permitan manejar mejor y más eficientemente su negocio. No solo hizo un diplomado en marketing, sino que ha llevado también un curso en importaciones y planea en un futuro llevar alguno mas orientado al marketing digital entre otros que le permitan seguir avanzando como empresaria.
Al inicio Marythe partió sola y, como muchas, era la encargada de todas las actividades. “Cuando una empieza es así, eres la que hace, la que compra, la que vende, entrega, cobra ¡haces todo! Y llegó un punto en que estaba un poco saturada. Gracias a dios mi familia siempre ha sido un apoyo constante y mi hermano, que siempre me ayudó en todo, puso nuevo capital y formamos una sociedad”.
Justamente nos cuenta que su hermano y socio partió hace unos meses a Japón para negociar con diferentes marcas y ampliar así su portfolio de productos; lamentablemente el Covid-19 desencadenó el cierre de fronteras en nuestro país y quedó varado allá. “Pero viendo el lado positivo, está aprovechando de ver más novedades que podamos vender en el mercado local”.

“Cuando decidí dedicarme a esto y armé mi primera colección igual no fue tan fácil. Empecé con muy pocas cosas, y me promocionaba a través de facebook porque en ese tiempo Instagram no era tan fuerte”, nos cuenta. Sin embargo, fue avanzando rápidamente porque, si bien partió comprando lo que a ella le gustaba, iba midiendo constantemente sus ventas y las sugerencias de sus clientes para ir afinando su stock. “Ahora que tengo un hijo de tres años soy más consciente de lo que está de moda en el mercado infantil porque me conozco todo” nos dice entre risas, pero es absolutamente cierto.
“Mi marca empezó antes de casarme y de ser mamá”, nos cuenta, “y con la llegada de mi hijo no te voy a mentir, fue complicado manejar todo, porque un bebe recién nacido necesita toda tu atención, tienes que dedicarte a él prácticamente al 100% y eran pocos los tiempitos libres que me quedaban para dedicarme a trabajar… felizmente mi hermano se hizo cargo de muchas cosas y todo siguió funcionando perfecto hasta que yo ya pude reincorporarme… yo encuentro que esa es la ventaja de tener un negocio propio, el manejar mis horarios, poder dedicarme a mi hijo y regresar al trabajo en mis tiempos”.
Hoy en día Marythe puede delegar parte del trabajo de su negocio. Además de su hermano con quien comparte sociedad, tiene tercerizado todo el tema contable y también el de repartos a través de una empresa que hace deliveries en bicicletas. Asimismo, su hermana estudiante de publicidad y una amiga trabajan con ellos. “Tienes que aprender a delegar porque si no todo tu tiempo se va. Yo por ejemplo, antes hacía todos los repartos, ahora sólo hago los cercanos a mi casa y los demás los delego para tener tiempo de coordinar otras cosas, además de tener tiempo para disfrutar con mi familia”.

Hope Store vende a través de distintas plataformas digitales como Facebook, Instagram y Mercado Libre. No solo venden por unidades al consumidor final sino que han despachado innumerables pedidos a diferentes ciudades del Perú con depósito previo, porque en estos años Marythe ha sabido construir una marca absolutamente confiable.
“Tengo muy buenas referencias en mi fan page porque desde el inicio me he preocupado muchísimo en cumplir lo acordado con cada cliente” nos dice convencida.
“Problemas serios no hemos tenido felizmente, quizá alguna vez un tema con un despacho que fue prontamente solucionado… para nosotros la calidad de nuestros productos es demasiado importante, tanto como que llegue a cada cliente de la mejor manera en los tiempos que dijimos. Además está el servicio post venta, siempre nos contactamos con cada uno de nuestros clientes después para saber si todo le llegó bien, si le gustó el producto, que sugerencias nos dan para mejorar… todo eso da fe de nuestro compromiso y por qué confían en nosotros”.
El boca a boca es, lejos, una de sus mejores estrategias de marketing ya que tienen el foco puesto en la completa satisfacción durante la experiencia de compra, pero además Marythe y su equipo tienen una rutina disciplinada en redes para publicar no solo el stock existente sino lo que viene en camino generando preventas que les permiten afinar aún más el proceso administrativo. Además, están presentes en todos los grupos haciendo saber a su audiencia de las novedades y promociones y antes del confinamiento participaba activamente en ferias.

“La pandemia nos afectó porque mi hermano está al otro lado del mundo con horarios distintos, son 14 horas de diferencia. Felizmente teníamos un buen stock porque las importaciones están bastante mas lentas y caras que antes. Fuera de eso, felizmente no hemos tenido mayor problema porque nuestra venta siempre ha sido online, y es la nueva forma de comprar”.
Sin embargo, si hubo planes que postergar y es que antes de la cuarentena ella ya tenía la idea de una tienda física, sueño que por ahora quedó aplazado hasta que las cosas se normalicen. “Si quiero tener mi tienda física una vez que pase todo. En cuanto a la página web con carrito de compra, estuve averiguando pero no lo hemos concretado aún. Estamos viendo como avanza toda la situación”.
Pero, como decimos los marketeros, dentro de los problemas siempre se esconde una oportunidad. Este giro ha hecho que Marythe empiece también a dedicar tiempo a su otra pasión: la organización de ambientes. “Trajimos unos limpiavidrios para probar y funcionaron muy bien, así que ahora quiero darle fuerza a esta nueva línea que incluye accesorios para el hogar y también para facilitar la organización”. De hecho, ya tiene un blog y una cuenta en Instagram: @organizatuhogarperu donde no solo da consejos para poder tener espacios mejor distribuidos y ordenados, sino que también ofrece asesorías virtuales que incluyen toda la casa y también otras más específicas como la organización del closet o de tu espacio de trabajo.
“Quiero que sean dos negocios diferentes. Hope Store va a seguir enfocado en peluches y juguetes, no solo infantiles, sino los de culto para los adultos y estamos trabajando para que siga creciendo. Este es un nuevo proyecto y quiero darle fuerza, tener lo mas pronto que se pueda mi tienda virtual y mas adelante un física también.
Sus planes incluyen especializaciones en este nuevo rubro. “Justo antes de la pandemia vi un curso en Argentina de organización del hogar que me encantó, pero era de tres meses y yo no me puedo ir tanto tiempo porque mi hijo aun es pequeño… así que buscaba uno más express. Ahora que todo se paralizó estoy viendo nuevas opciones, pero si quiero perfeccionarme porque me encanta todo lo relacionado a este tema. Abrir tu closet y verlo lindo es importante, verlo desordenado te apaga, te quita energía. La organización de tus espacios es muy importante”.

“Lo que ha hecho la pandemia básicamente es que yo abra los ojos un poco para no solamente centrarme en lo que ya tengo sino ampliar mis horizontes y ver cosas nuevas” nos dice muy segura. “Me equilibro planificándome con mi agenda. Y con mi esposo hacemos un trabajo en equipo, nos organizamos con los horarios, para poder trabajar los dos”.
¿Qué le dirías a una futura emprendedora?
“Que al inicio, cuando hacía todo, me pasó que trabajaba más que cuando era dependiente y me estresaba mucho también. Cuando una empieza es complicado, pero yo disfrutaba un poco de eso ¡jajaja! porque me sentía tan bien al confirmar que mi negocio estaba creciendo. Es otro tipo de estrés, porque sabes que es para ti y que todo el esfuerzo que estás haciendo vale la pena. Pero llega un momento en el que tienes que delegar para poder avanzar, sino te estancas”.
